Cuanto más fragmentado y dañado está el funcionamiento del cuerpo energético de una persona (o el no funcionamiento en absoluto), más distorsionados se vuelven los pensamientos y comportamientos.
Estas desviaciones se manifiestan como Adicciones, perversiones y una amplia gama de trastornos de personalidad perjudiciales o Identidades Alternativas que pueden observarse claramente en el individuo como destructivas para sí o destructivas para otros. Cuando uno es continuamente destructivo hacia el ser, u otros, eventualmente, las capas de la Matriz del Alma se fragmentan y dividen. Cuando un ser humano está dividido a nivel álmico, exhibirá una confusión mental y tendencias que se denominan Narcisismo, esquizofrenia, personalidad disociativa, Sociopatía (Falta de empatía), y una serie de distorsiones psicológicas que pueden conducir a la locura. Véase el material de Ego Negativo para conocer las etapas de la patología.
La locura es una descripción de la existencia de los reinos del infierno, y es cómo reconocer fácilmente la Posesión a través de comportamientos Satánicos (anti-vida) que son controlados por la entidad poseedora, como una de las formas de pensamiento colectivo de los Ángeles Caídos. La locura es una mente enferma y un alma enferma o desconectada, que lleva al ser a elegir infligir continuamente destrucción y daño al ser y a los demás. En caso de no detenerse el continuo comportamiento destructivo y espiritualmente abusivo, el alma se dañará mediante la fragmentación y la degradación genética.
La locura es una forma de definir comportamientos que crean la destrucción álmica, esa acción que en última instancia desconecta el cuerpo/mente del alma. En Síntesis Energética describimos a estos comportamientos en como el Comportamiento de engaño arcóntico. Cuando un ser se desconecta del alma, experimenta una insaciable sed de deseo, Adicción, depresión negra, dolor y sufrimiento a niveles profundos. Esta es la descripción del dolor interno y el sufrimiento de un ser Satánico.
El daño severo del alma, la esclavitud a través de la fragmentación mental con la destrucción biológica genética de una especie completa no constituye un reequilibrio energético "ordenado por Dios" de los abusos de poder kármicos (causa y efecto) de otras vidas. Sin embargo, para sanar permanentemente estos comportamientos desviados que crecen en la sociedad global a nivel individual (modelo energético microcósmico), los mismos también deben ser corregidos al nivel de la experiencia planetaria (modelo energético macrocósmico).
El proceso de reconexión espiritual del cuerpo físico a su Matriz del Alma, Mónada y, finalmente, su Frecuencia Krística Interior integra el equilibrio energético entre cada una de las capas de los cuerpos, y ese equilibrio activa niveles crecientes de inteligencia espiritual superior, el cultivo de Virtudes tales como la Compasión. Por lo tanto, el desarrollo de la inteligencia de la consciencia superior manifiesta una forma y función superiores en todos los niveles del ser. Este nivel de conciencia superior está libre del control mental manipulado generado por la Maquinaria Artificial que se superpone directamente al sistema nervioso para influir en los pensamientos y comportamientos.
La forma y función superiores son un subproducto natural de la inteligencia creciente que opera en alineación con la evolución orgánica que existe como parte del flujo energético de la naturaleza. Esta alineación con el flujo natural crea armonía entre todas las partes de los cuerpos, y luego funciona como parte de un todo integrado. Cuando los cuerpos funcionan como un todo energético integrado, se radican los comportamientos desviados tal como los patrones adictivos que crean enfermedades.