- PRÁCTICA UNO: CONSCIENCIA DE UNIDAD - La Ley de Unidad es la comprensión de que todas las cosas están hechas de energía inteligente y son parte de una Unidad-Todo lo Que Es. La Ley de Unidad es una Ciencia Sagrada sobre la mecánica de la consciencia y constituye las Leyes Naturales que rigen nuestra Creación Universal. Unidad-Todo lo Que Es es el reconocimiento de que la Verdad Eterna es Amor Eterno y el Amor Eterno es la consciencia orgánica del Creador Infinito o Dios. La consciencia del Amor Eterno encarnada en una forma es inteligencia de Unidad y es simultáneamente reconocida como la Luz Interna de Kristos (o Frecuencia Krística Cósmica). La consciencia de Unidad está unida a Dios y enciende la Luz Interna de Kristos. La Luz Interna de Kristos, al ser materializada en una forma, es la encarnación de un Dios Eterno Humano. La práctica de la Consciencia de Unidad está reflejando directamente la imagen del Amor de Dios, y está eternamente protegida. Ser Uno con todo, como Uno es Todo con Dios.
PRÁCTICA DOS: ÁMATE A TI MISMA - Aplica la práctica de la Unidad con Todo lo Que Es como una extensión para amarte, honrarte y respetarte a ti misma. Reconoce la valiosa fuerza de la vida interior al mantener reverencia y respeto por ti misma, de todas las maneras. Amarte a ti misma es la acción de la Autosoberanía, que es el estado natural de encarnar el Amor Eterno de Dios. Como manifestación del eterno espíritu de Amor de Dios, uno tiene la capacidad de elegir crear la libertad personal sin dañar a los demás. Ten valor para eliminar los obstáculos del dolor y el miedo para convertirte en una personificación del Amor, ya que el espíritu de Dios siempre se encuentra en el interior.
- PRÁCTICA TRES: AMA A LOS DEMÁS - A medida que aprendes a amarte a ti misma, ama a los demás. Reconoce la valiosa fuerza vital de los otros manteniendo amor, reverencia y respeto por los demás. Amar a los demás como te amas a ti misma, es el estado natural de la Autosoberanía, ya que le das a los demás la misma reverencia por su vida que a la tuya propia. Al practicar el amor propio y el amor a los demás, no hay lugar para cuestionamientos de aprobación, valor o estima, ya que todo es amado por igual.
PRÁCTICA CUATRO: AMAR LA TIERRA Y LA NATURALEZA - Amar a la Tierra y todas sus creaciones, los reinos de la naturaleza, las plantas, los animales y los minerales, que son seres de energía vivos, conscientes e inteligentes. Reconoce la preciosa fuerza vital presente en toda la creación de Dios, manteniendo reverencia y respeto por la naturaleza. Al hacerlo, se restablece el equilibrio y la armonía de la naturaleza, y la energía inteligente de todas las creaciones de la Tierra responderá para cooperar con la humanidad. Los humanos que viven en desacuerdo con la naturaleza crean muchos eventos que se consideran "a merced de" las fuerzas incontroladas. A medida que los humanos aprendan a vivir en armonía con la Tierra y el reino de la naturaleza, las criaturas naturales se alinearán para estar en armonía y cooperación con todos los habitantes.
PRÁCTICA CINCO: SERVICIO A LOS DEMÁS - Al amarte firmemente a ti misma y honrar tu camino, encuentra métodos que sirvan a otros que no sobrepasen los límites personales del discernimiento. El servicio a los demás no incluye modelos de consumo, como víctima-victimario, parasitismo o vampirismo emocional. Estar al servicio de los demás no tiene una perspectiva egoica de derecho, expectativa o apego. Practica servir a los demás con amor incondicional y fluir naturalmente en el momento. El intercambio de energía realizado entre los participantes al servicio de los demás, amplifica y expande el crecimiento de la consciencia como ningún otro método. Cuanto más amplifiques el campo energético de estar al servicio de los demás, más alegría, armonía y regalos serán traídos a tu vida. Cuanto más servicio dediques al plan de Dios, a la Ley de Unidad, más apoyo espiritual y presencia espiritual puedes intercambiar con la Fuerza de Dios.
PRÁCTICA SEIS: EXPANSIÓN DE LA CONSCIENCIA - Aprende a desarrollar claridad interior e integridad espiritual con la intención de desarrollar la consciencia personal y / o la identidad espiritual. Para personificar la identidad espiritual de uno, la mente debe ser iniciada y disciplinada. Si el ego está en autoridad del cuerpo, rechazará la identidad espiritual de la encarnación. Si el cuerpo mental crea obstáculos para la identidad espiritual, la conciencia no será experimentada. El primer paso para la expansión de la consciencia es reconocer el control mental, así como el contenido y la calidad de los pensamientos y sistemas de creencias. El segundo paso es cooperar con el proceso de malestar físico y mental teniendo paciencia y esperando en el vacío del silencio. Aprende a calmar la mente, sublima el ego y mantente quieta. Una vez que hayas logrado la quietud, la disciplina mental y la sublimación del ego, escucha a tu espíritu interior para recibir orientación. La orientación interna siempre conducirá al proceso de reeducación para experimentar la expansión continua de la consciencia, libre de miedo y dogma. La Frecuencia Krística Cósmica Interior siempre nos guía para elegir más amor y paz a través de la expansión de la consciencia de la identidad espiritual.
PRÁCTICA SIETE: COCREACIÓN RESPONSABLE - A medida que uno se infunde más con el amor eterno de la identidad espiritual, el plan inteligente activa el propósito divino de ser un cocreador con Dios. La identidad espiritual y el modelo energético inteligente del propósito divino son uno y lo mismo. La claridad de propósito y dirección se vuelve más y más clara a medida que uno se compromete a vivir en servicio a los principios del Uno-Todo lo Que Es o del espíritu Krístico. Conocer y Vivir nuestro propósito trae alegría, paz y satisfacción, incluso cuando enfrentamos adversidades o desafíos. Una vez que logramos el "conocimiento", somos responsables de ese conocimiento y practicamos la cocreación responsable con la Unidad-Todo lo Que Es. Un cocreador responsable sabe que todas las manifestaciones están en asociación con la Unidad-Todo lo Que Es. No poseemos ni controlamos nada, por lo que deben evitarse las necesidades, los deseos y la voluntad de superposición. Somos custodios del Espíritu de Dios para Servir a los Demás en una cocreación responsable con la Unidad-Todo lo Que Es. A partir de este conocimiento, y de vivir este principio, estamos eternamente libres de intercambios kármicos.