¡Comienza una práctica diaria de gratitud para sentirte más feliz!
Aquí hay algunos consejos sugeridos para comenzar tu práctica diaria de gratitud y pautas para sentirte más feliz en tu vida diaria, sin importar los desafíos que enfrentes.
- Comprométete a expresar gratitud.
Esta es una práctica espiritual que gana impulso y acumula energía con el tiempo y con la práctica. El ego encontrará todas las razones bajo el sol por las que posiblemente no puedas comprometerte a hacer esta práctica todos los días. Practicar la gratitud es como sacar la basura de la cocina y reemplazarla con las hermosas flores de tu jardín. Esta práctica cambia la energía y la vibración de tu mente, cuerpo y estado emocional. La gratitud no parece venir tan fácilmente como la queja, lo cual es común para una mente egoica indisciplinada. Esperar a que pase la resistencia es inútil e improductivo para establecer hábitos nuevos y saludables hacia un estilo de vida positivo. Simplemente hazlo.
Incluso cuando estés agotada y apenas puedas reunir la energía para cambiar hacia un sentimiento y una sensación de gratitud; aun cuando tengas que obligarte a comenzar, esta práctica de la gratitud tiene un gran poder magnetizador.
- Simplemente hazlo.
Siéntate con lápiz y papel o en tu computadora y comienza: "Estoy agradecida por ___________". Tal vez tengas que detenerte allí por un minuto y esperar, porque no puedes pensar en nada en ese momento. Respira, relájate y deja que el silencio te rodee. Ríndete al momento. Algo dentro de ti comenzará a cambiar. El sentimiento y las palabras para expresarlas eventualmente vendrán. Esta fuerza con la que te estás conectando es mucho más grande que tú y es más grande que tu problema, no importa cuán grande creas que ese problema es. Esa marea de miedo que te abruma no es todo lo que hay. Hay algo mucho más grande y más poderoso dentro de ti que eso. Tu sentimiento de gratitud es un puente cuya luz brilla en medio de esas aguas oscuras y turbulentas para llevarte a un cómodo lugar de descanso al otro lado.
- Encuentra maneras de decirlo o escribirlo.
A veces, en todos nuestros tipos de relaciones con los demás, incluso cuando estamos muy ocupados, podemos compartir en nuestras conversaciones aquello sobre lo que estamos agradecidos. Decirle a las personas cuánto las apreciamos o cuánto nos importan, expresándolo por cualquier medio ya sea escribiendo correos electrónicos o en conversaciones telefónicas, cambia nuestra energía y la forma en que recibimos su energía de regreso. Esto creará intercambios de energía mutuos y recíprocos.
- Envuélvete en gratitud. Siéntelo.
Algunos días escribirás o dirás palabras sin en realidad sentir un poco de gratitud. Eso está bien; cuando así sea, sólo date permiso para observar ese estado. Simplemente hazlo de todos modos. En los momentos en que sientes la sensación y puedes invocar el sentimiento de gratitud en tu corazón, deja que éste emane y sature cada célula de tu cuerpo. Personifica el sentimiento de gratitud en el color que infunde a tus células. Coloca tus manos en tu corazón o en posición de oración. Concéntrate en el sentimiento de gratitud. Aspira a la plenitud de tu corazón, sin importar lo que esté sucediendo a tu alrededor.
- Elije una hora del día para tu práctica.
Es posible que desees hacer esto cuando te levantes por la mañana o tarde en la noche, antes de irte a dormir. El crear un programa regular facilita el compromiso con tu práctica diaria de sentir y enumerar los elementos por los cuales estás agradecida.
- Practica la gratitud del momento presente.
A medida que avanza el día, haz una pausa de vez en cuando, cuando recuerdes algo o a alguien que aprecies en tu vida. Mantén la sensación y piensa cuán agradecida te sientes por tener esa experiencia en tu vida. Mientras haces algo durante el día, preparas el desayuno, descansas en tu cama, pasas tiempo con tu mascota, mientras haces esa actividad, haz una pausa para pensar y sentir: "Estoy agradecida". Pasar el día con consciencia y gracia de esta manera significará que, cuando te sientes a escribir tu lista de gratitud, esas cosas vendrán a su mente.
- Comparte tu aprecio y gratitud con los demás.
Asóciate con alguien para compartir la expresión de gratitud. Ya sea una amiga, tu hijo o tu pareja en la vida, se mantendrán mutuamente hacia adelante, y ese sentimiento de compromiso compartido con esa persona te dará el impulso que necesitas para escribir tu lista de gratitud en aquellos días en los que parece demasiado difícil. Leer lo que la otra persona ha escrito te ayuda a acceder a tu propia gratitud con mayor facilidad, ¡y es divertido ver cómo sus listas y correos electrónicos de gratitud crecen cada vez más y más y más! Puedes ver tu progreso en aquello por lo cual te sientes agradecida.
- ¡No te detengas una vez que veas o sientas resultados!
Cuando empezamos a ver los resultados que se obtienen al practicar las listas diarias de gratitud, muchas personas piensan que es el momento de dejar de practicar la gratitud por un tiempo. La práctica de la gratitud tiene un rendimiento energético que se sumará a la nota positiva de tu día y se filtrará a través de todo lo que haces. Practicar la gratitud es un estilo de vida que se mantiene como una actitud mediante la cual interpretas los eventos en tu vida, una vez que comienzas a sentir gratitud por las cosas simples de tu vida. Practicar la gratitud refuerza los pensamientos y comportamientos positivos que apoyan las manifestaciones más positivas que suceden en su vida.
- Permítete ser humano.
Algunos días puedes sentirte malhumorada y gruñona, si es necesario. Ocasionalmente, puedes saltearte expresar tu gratitud algún día. Si nada más viene a tu mente, escribe: “Estoy agradecida de estar escribiendo mi lista de gratitud”. No te castigues y ten cuidado con la vocecita que dice: "Te has perdido un día. ¡Has fallado miserablemente en ser agradecida!" Quítate el polvo y al día siguiente vuelve a arrancar. ¡No te rindas!
Practicar la gratitud cambia tu vibración y apoya tu bienestar mental y emocional para sentirte más feliz. Así que esto nos lleva a una pregunta muy importante. ¿Qué es lo que realmente hace feliz a la mayoría de la gente? ¿Cómo podemos todos encontrar y sentir más felicidad en nuestro día a día, en medio de todo este dolor y confusión colectiva?
Dados los diversos desafíos que hoy enfrentamos como parte de la raza humana, está claro que no tenemos un control real sobre el entorno externo, el entorno más amplio o el resultado. Esto significa que debemos cambiar todas nuestras prioridades para valorar las partes internas e intrínsecas de nosotros mismos como las partes más críticas para preservar y a partir de las cuales sentir la felicidad. Esto significa que mucho de lo que podemos controlar es cómo pensamos y hacia dónde avanzamos. La mayor parte de nuestra felicidad se basa en nuestras actitudes personales. No importa quiénes somos y qué nivel de desarrollo espiritual tenemos, todos los humanos podemos relacionarnos con estos pilares para recordar cómo cada uno puede encontrar la felicidad mientras vemos o experimentamos agitaciones a nivel personal o a nivel mundial.
Los cuatro pilares para ser más felices son:
- EXPANSIÓN: Crecimiento personal hacia la autenticidad (espiritual) y tener una diversidad de experiencias de vida para crear esa expansión.
- CONEXIÓN: Tener relaciones humanas significativas y cultivar conexiones profundas en nuestra vida.
- GRATITUD: Practicar el aprecio y la gratitud por lo que tienes, todos los días.
- SERVICIO: Estar al servicio y hacer contribuciones a un todo más grande, haciendo una diferencia.
La felicidad y la gratitud son actitudes que todos podemos hacer crecer cada día más. Hay muchas cosas que enfrentamos en el mundo de hoy, y en nuestras propias vidas, que resultan desafiantes y dolorosas. Este hecho no tiene que cambiar nuestra capacidad para sentirnos felices todos los días de nuestra vida, incluso mientras vemos el panorama general más amplio. A medida que nos expandimos más en nuestro crecimiento personal, comenzamos a experimentar los sentimientos de conexión con toda la vida; y luego podemos elegir estar agradecidos de que podemos hacer una diferencia a través de nuestro servicio intencional al todo.
Con amor, Lisa.